EMS (Simulación Muscular Electrónica) y TENS (Estimulación Electrónica Nerviosa Transcutánea) son dos tecnologías que utilizan pequeñas corrientes eléctricas para mejorar tu bienestar físico.

• EMS: Esta tecnología se centra en tus músculos. Imagina que tienes un entrenador personal invisible que te ayuda a fortalecer y tonificar tus músculos sin necesidad de levantar pesas. Los dispositivos EMS envían impulsos eléctricos a tus músculos, haciéndolos contraerse y relajarse como si estuvieras haciendo ejercicio. Es perfecto para mejorar la fuerza muscular, la resistencia y también para la recuperación después del ejercicio.
• TENS: Por otro lado, TENS se centra en el alivio del dolor. ¿Alguna vez has sentido un dolor molesto en la espalda o las piernas? TENS envía pequeños pulsos eléctricos a los nervios de la zona dolorida, bloqueando las señales de dolor que van al cerebro y ayudando a liberar endorfinas, que son los analgésicos naturales del cuerpo. Es como tener un pequeño masajista portátil que te ayuda a reducir el dolor y relajarte.

Ambas tecnologías utilizan electrodos que se colocan en la piel. Estos electrodos están conectados a un pequeño dispositivo que puedes llevar en el bolsillo o en la mano. Al encender el dispositivo, los electrodos envían impulsos eléctricos controlados a través de la piel hasta los músculos o nervios.

¡Absolutamente! Numerosos estudios han demostrado que tanto EMS como TENS son eficaces para mejorar la fuerza muscular, acelerar la recuperación y aliviar el dolor. Muchos atletas profesionales, fisioterapeutas y personas que buscan una vida más saludable usan estas tecnologías regularmente.

¡La mejor parte es que cualquier persona puede usarlas! Gracias a los avances en la tecnología, los dispositivos EMS y TENS son pequeños, portátiles y muy fáciles de usar. No necesitas ser un experto ni tener equipo especial. Puedes usarlos en casa, en la oficina o incluso mientras estás de viaje. Solo colocas los electrodos, enciendes el dispositivo y dejas que haga su magia.